14 de julio de 2013

Niño finge estar muerto y delata a homicidas de su familia


Cuautitlán, Estado de México.- Un niño de siete años de edad fue la clave para detener a cuatro de los cinco presuntos asesinos de sus padres y su hermana de 14 días de nacida. Los homicidas de su familia lo ahorcaron, le dejaron caer una piedra en la cabeza y lo creyeron muerto, pero el menor sobrevivió y relató los hechos a la policía.

Familiares de Norma Fabiola Uribe Hernández y Raymundo García Loyola, de 38 y 29 años de edad, respectivamente, así como de Alondra García Uribe, de 14 días de nacida, se manifestaron frente a la Torre de Juzgados Penales de Cuautitlán-México para exigir justicia y pedir la intervención del gobernador Eruviel Ávila Villegas.

Mencionaron que cuatro de los presuntos asesinos de sus familiares están presos en el penal de Cuautitlán con la causa 190/2012, pero que uno de ellos identificado como Óscar Morales Pérez, alias “El Vampirrata”, aun está prófugo y no ha sido detenido, esto a pesar de que tiene más de un año de que ocurrió el crimen.


Los hechos ocurrieron luego de que Norma Fabiola vendiera en 33 mil pesos un automóvil a su conocido Luis Gerardo Mendoza Navarrete, alias “El Chespi”, habitante de la colonia El Mirador, en Tlalnepantla. El día 13 de marzo del 2012 “El Chespi” citó a Norma Fabiola en su domicilio porque supuestamente le iba a pagar.

La mujer salió de su domicilio ubicado en la colonia Vista Hermosa, Tlalnepantla, y llegó a la casa de “El Chespi”, una vez ahí llegaron Ricardo Guerrero García, “El Pelón”, y Héctor Yair Panamá Díez, quien jugaba futbol americano en un equipo de la UNAM. Los hombres entonces le dicen que tienen que ir por el dinero a la delegación Nicolás Romero.

Los tres hombres y Norma Fabiola, quien llevaba en brazos a su hija Alondra, se trasladan a Nicolás Romero. En el camino la mujer preguntó porqué tardaban tanto en llegar, por lo que los sujetos detuvieron la unidad en el bosque supuestamente para orinar, tomaron de los cabellos a la mujer, las bajaron y dispararon en tres ocasiones contra ella y su hija.

Los presuntos homicidas regresaron a la casa de “El Chespi” y entonces planearon asesinar a Raymundo, pues él sabía que Norma Fabiola había ido a cobrarle el dinero de la venta del auto a “El Chespi”. En la reunión estuvieron presentes otros dos cómplices: Óscar Morales Pérez, “Vampirrata”, y Gerardo Fernando Martínez Mendoza, “El Pollo”.

Ese mismo día, los sujetos se comunicaron vía telefónica con García Loyola y le dicen que Norma Fabiola y la niña habían tenido un accidente y que iban a pasar por el para llevarlo al lugar del siniestro. Preocupado por el bienestar de su esposa e hija, el hombre accede y los acompaña, junto con su hijo de siete años de edad.

Los sujetos, a bordo de una Van, se dirigieron hacia el estado de Hidalgo y en el camino golpearon y asesinaron a García Loyola. Arrojaron su cuerpo cerca del poblado de San Ildefonso, de ese estado. También ahorcaron al niño de siete años, al que le dejaron caer una piedra sobre su cabeza y dejaron tirado para luego huir del lugar.

Sin embargo, el niño fingió estar muerto y no se movió, horas después el menor caminó por la carretera, hasta que un hombre lo encontró, le brindó ayuda y llamó a la policía. El menor estaba en estado de shock y visiblemente golpeado, pero aun así le relató a los policías que unos hombres habían matado a su padre y se dieron a la tarea de buscarlo.

El cuerpo de Raymundo García Loyola, fue encontrado estrangulado y golpeado, la golpiza fue tan brutal que le estallaron las viseras. Los cuerpos de la mujer y su hija fueron hallados el 31 de marzo del 2013, el de la mujer carcomido por la fauna y de la niña sólo un trozo de cráneo. Pruebas periciales confirmaron su identidad.

El niño identificó a uno de sus agresores y dijo que “El Chespi”, le había comprado un auto a su mamá y era quien conducía el auto en el cual su padre y él fueron agredidos. Por los hechos la Procuraduría mexiquense inició la carpeta de investigación 241970550040112 y el 29 de marzo del 2012 se logró detener a cuatro de los homicidas.

Familiares de las víctimas aseguraron que los detenidos confesaron su crimen y piden que sean castigados con todo el rigor de la ley. También exigen la captura del otro presunto responsable y pidieron protección extrema para el menor de edad y para la familia, debido a que son sujetos de amenazas de muerte vía telefónica, y temen por sus vidas.

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